Hallan en el yacimiento del Cabezo Redondo, en Villena, una vivienda incendiada con elementos estructurales de hace más de 3.000 años

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Los restos del incendio permiten estudiar estructuras de la vivienda, elementos domésticos y restos de semillas. El equipo, liderado por Mauro Hernández, encuentra la vasija más grande en 35 años de excavación, un punzón de material óseo y nuevos restos de marfil

Las excavaciones del Yacimiento del Cabezo Redondo (Villena, Alicante) de este verano han dejado a la luz los restos de una vivienda incendiada hace más de 3.000 años, lo que permitirá a los expertos estudiar elementos de la estructura y de la construcción, objetos domésticos y otros elementos como semillas que, aún quemadas, pueden aportar interesantes datos para el estudio posterior, según explica el catedrático de la Universidad de Alicante (UA) Mauro Hernández.

La importancia de esta campaña estriba en el hallazgo de elementos constructivos de hace más de 3.000 años, como por ejemplo el suelo de la vivienda, un silo donde almacenaban alimentos, y elementos domésticos como vasijas e, incluso, una estera de esparto dañada parcialmente por el fuego que se entiende que cubría este silo, señala Gabriel García, uno de los responsables de la excavación.

La excavación aún aflora restos de la ceniza de uno de los incendios domésticos más antiguos de los que hay constancia, además de haber encontrado resto de la techumbre, y alguna de las semillas que utilizan en sus cultivos, principalmente cebada.

Objetos únicos

Existen elementos únicos como una gran vasija que, aun fracturada por el peso de la estructura que cedió por el incendio, se conserva prácticamente entera. «Se trata de la pieza más grande de la que hemos encontrado en Cabezo Redondo, casi completa y de gran interés para la investigación», apunta Virginia Barciela, responsable de la campaña de excavación. Además, hay un punzón confeccionado con restos óseos y material ya encontrado en otras campañas anteriores como restos de marfil.

Barciela considera que las semillas, calcinadas, son «de extrema importancia porque nos permite conocer los tipos de cultivo, la base de la alimentación y, sobre todo, porque este material ofrecerá datos de la datación».

El anuncio de este hallazgo se produjo durante una visita institucional al emplazamiento arqueológico, que sirvió de previa a la campaña de puertas abiertas que se inicia y de la que se espera que reciba a unas 1.000 visitas durante los diferentes pases establecidos a este importante yacimiento de la Edad de Bronce ibérico.

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